María es una excelente “maestra de escuela”

En palabras del papa Juan Pablo II, cada vez que rezamos el Rosario, nos sentamos en la "Escuela de María", pidiéndole que nos hable de su Hijo Jesús. En el mes de octubre dedicado al santo Rosario y el recuerdo de Nuestra Señora del Rosario celebrado el 7 de octubre, volvemos a su escuela. Por supuesto, no hay razón para limitarnos solo a este mes, ¡debemos hacerlo todos los días del año, por el resto de nuestros días!

María es una excelente "maestra de escuela". Muchos santos han aprendido de Ella a adquirir las virtudes y a vivir como cristianos. María también ha demostrado ser maestra de otra manera: a través de sus numerosas apariciones. A menudo, cuando se apareció a los videntes elegidos, les dio lecciones del Cielo sobre quién es y qué hacer; san Juan Diego (Guadalupe, México) aprendió que Ella era la Madre del Dios Vivo y Verdadero; mientras que en Lourdes, santa Bernadette Soubirous aprendió que María era la Inmaculada Concepción.

En octubre de 1859, en Champion, Wisconsin (EE. UU.), la Santísima Madre de Dios se le apareció a Adele Brise. La joven inmigrante de 28 años iba a pie a un molino harinero y luego a la iglesia. Durante la tercera y última aparición (la única vez en que María habló), Adela se convirtió en alumna de Nuestra Señora, aprendiendo de sus lecciones celestiales, luego la Virgen le pidió que ella se convirtiera en maestra y catequista.

Casi 160 años después de la aparición, tras el reconocimiento oficial de la Iglesia el 8 de diciembre de 2010, miles de peregrinos tienen oportunidad cada año de sentarse en la escuela de Nuestra Señora y aprender las lecciones que Ella enseñó en Champion hace más de un siglo, porque estas lecciones siguen siendo relevantes hoy en día.

Padre Edward Looney (1)

Fuente: Catholic Digest, revista mensual católica de Estados Unidos.

(1) El padre Looney es un sacerdote de la diócesis de Green Bay, Wisconsin (Estados Unidos), y miembro de la Mariological Society of America (Sociedad Mariológica de América).