18 febrero - Santa Bernadette Soubirous (Francia y Canadá)

La oración mariana de Bernadette

¡Cuán feliz era mi alma, oh buena Madre, cuando tuve la dicha de contemplarte! Cómo me encanta recordar esos dulces momentos pasados ante tus ojos llenos de bondad y misericordia por nosotros.

Sí, tierna Madre, has bajado hasta la Tierra para aparecerte ante una niña débil y comunicarle ciertas cosas, a pesar de su gran indignidad. Así que, ¡cuán grande no es tu humildad! Tú, la Reina del Cielo y de la Tierra, has querido servirte de los más débiles del mundo.

Oh María, dale a quien se atreva a decirse tu hija esa preciosa virtud de la humildad. Haz, oh tierna Madre, que esta hija te imite en todo y para todo, en una palabra, que sea una niña según tu corazón y el de tu querido Hijo. Que así sea.

Santa Bernadette Soubirous (1844-1879)

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