4 mayo - Pío XII establece la festividad del Corazón Inmaculado de María (1944)

San Juan-Pablo II, misionero de María

De la devoción mariana de su infancia, el joven Karol Wojtyla pasa a una verdadera luz sobre el papel de María en el misterio de la salvación a través de la lectura del "Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María", que le lleva a ofrecerse a Cristo a través de las manos de María. "Gracias a San Luis de Montfort comprendí que la verdadera devoción a la Madre de Dios es en realidad cristocéntrica, profundamente enraizada en el misterio trinitario... Esta forma de piedad no ha cesado de madurar en mí y de dar frutos."

Una vez que llega a ser Juan Pablo II, le gusta rezar el rosario siempre y frecuenta los santuarios marianos tanto de Polonia como del mundo entero.

La Virgen María, tan fuertemente presente en su vida personal, está también en la predicación de Juan Pablo II, en nombre de su misión de "fortalecer a sus hermanos" (cf. Lc 22, 32). Invitó a los cristianos a redescubrir "la verdad objetiva sobre la Madre de Dios" en su vida personal y en la vida de la Iglesia: "Me gustaría resumir en dos palabras la lección sublime del Evangelio de María: La Virgen es Madre, la Virgen del Modelo."

Monseñor Guy de Kerimel, obispo de Grenoble-Vienne (Francia)

En Jean-Paul II et Marie, 23 marzo, 2011

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