12 enero – Italia: N.S. de Vetrana - San Aelred de Rielvaux (+ 1167)

Se lo debemos a ambos

El misterio de la maternidad de María es tan grande que había dejado hasta hace muy poco en la sombra el de la paternidad de José. Nos conviene afirmar con fuerza: la maternidad de María alude a la paternidad de José, de la que es inseparable y en ella tiene su fuente y su grandeza.

Inseparables, no como un complemento superpuesto, sino como parte integrante de una misma función parental con respecto a Jesús. Incluso es por el lazo de la paternidad de José que Jesús es reconocido como conectado a su ascendencia davídica, ascendencia genealógica que se transmite por vía masculina (ver Mt 1: 1 y 16 -20).

José al haber acogido con todo corazón en su vida a su esposa María y el misterio del niño concebido en su seno (Mt 1,24) va a continuar de forma conjunta con su trabajo de acoger a Jesús y prepararlo para su misión, ella como madre, y él como padre.

Jean Hémery

mariedenazareth.com

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