16 de septiembre - Colombia N.S.de Las Lajas

La aparición de la Virgen, su milagro y su santuario (I)

En Colombia, en el siglo XVIII, María Meneses de Quiñones, descendiente de caciques indígenas de Potosí, solía caminar la distancia de seis millas y un cuarto que separaban su villa de otra llamada Ipiales. Un día de 1754, cuando se acercaba al puente del río Guáitara, en un sitio llamado Las Lajas (piedras planas y lisas), se desató una terrible tormenta. María muy asustada, se refugió en una cueva al lado del camino. Sintiéndose sola, comenzó a invocar a Nuestra Señora del Rosario, cuyo patrocinio era popular en la región gracias a los Dominicos. De pronto, sintió que alguien le tocó la espalda, se volteó, pero no vio nada. Días después, regresó a Ipiales, llevando en la espalda a su hijita Rosa, que era sordomuda. Cuando llegaron a la cueva del Guáitara, se sentaron sobre una piedra. En seguida, la niña se bajó de su espalda y comenzó a subir por la cueva, exclamando: "¡Mami!, ¡Aquí hay una señora blanca con un niño en sus brazos!" María estaba fuera de sí, por primera vez su hija hablaba. Y, más aún, no veía por ninguna parte a quienes la niña describía. Muy nerviosa, la tomó y se fue con ella para Ipiales. Allí contó a parientes y amigos lo sucedido, pero nadie le creyó. Entonces, arregló sus asuntos en Ipiales y regresó a su casa en Potosí. Cuando pasó frente a la cueva, Rosa gritó: "¡Mami! ¡La señora blanca me está llamando!"María no veía nada. Asustada, se apresuró a llevarse a la niña lejos de allí. En casa, otra vez relató a sus amistades lo ocurrido. Muy pronto la región entera supo del misterio de la cueva, la cual todos conocían, pues quedaba al pie de un camino muy transitado.

Suscribirse es fácil (y también darse de baja).
No lo dudes: suscríbete hoy. ¡Es gratuito!